domingo, 30 de mayo de 2010

Cómo sería a mi parecer la sensación de ir al espacio


De repente la cuenta atrás para la liberacón del cohete un breve momento de calma antes de una ola de poder inimaginable. Estoy en mi asiento abrumado, pero fascinado por el aullido del motor del cohete y la aceleración, ya que tengo que viajar en cuestión de segundos, a caso 2500mph, más de 3 veces la velocidad del sonido.

A medida que me precipito por los bordes de la atmósfera, los grandes ventanales muestran el cielo azul que pasa a malva y finalmente a negro. Estoy en lo más alto, me comienzo a relajar, el motor del cohete se ha apagado y es tranquilo. El silencio del espacio es tan imponente como fue el ruido de los cohetes sólos momentos antes.

Miras por la ventana y te encuentras una vista que hemos visto en innumerables imágenes, pero la realidad es mucho más bonita y provoca emociones que son muy difíciles de definir.

Entonces estás de vuelta en tu asiento reclinado y la gravedad está empezando a regresar.

Siento las alas emplumadas de la nave espacial producir un arrastre de gran alcance, cómo el espesor de la atmósfera aumenta aunque por las ventanas todavía se ve el espacio. Entonces oigo al piloto anunciar el inicio del deslizamiento a casa.

Más tarde esa noche ya sé que la VIDA NUNCA VOLVERÁ A SER LO MISMO.

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